GINKGO BILOBA
Origen: China, Japón y Corea.
Los ginkgos son los seres vivos más antiguos que existen sobre la tierra. Surgieron hace 270 millones de años, y hay registros fósiles de ginkgos virtualmente idénticos a la única especie aún viva, de más de 65 millones de años de antiguedad.
La ciencia occidental pensaba que se habían extinguido, como los dinosaurios, hasta finales del siglo XVII cuando se descubrieron en China y Japón cultivados en templos y jardines. Hasta mediados del siglo XX no se encontraron ginkgos creciendo de forma salvaje en varias regiones del centro de China, aunque se sospecha que no son poblaciones salvajes, sino que fueron plantados hace mil años por monjes budistas. Y es que los ginkgos pueden vivir 2.500 años.
Los ginkgos resisten el calor, el frío, el sol, la falta de luz, la sequía, las inundaciones, a los insectos, a las enfermedades, segregan una resina que los hace más resistentes al fuego, resisten la contaminación y, como se pudo demostrar en 1.945, también sobreviven a la radioactividad. Cuatro ginkgos, situados en un radio de entre 1000 y 2000 metros del punto de impacto de la bomba atómica de Hiroshima, fueron los únicos seres vivos que sobrevivieron a la radioactividad. Quedaron muy tocados, pero rebrotaron de sus raíces. Adjunto foto de un ginkgo que se encontraba a 1.100 metros del epicentro, junto a un templo que quedó arrasado. El nuevo templo se construyó dejando a la entrada el ginkgo superviviente.
El ginkgo es venerado en China y Japón. El peinado de los luchadores de sumo imita una hoja de ginkgo, el peinado tradicional de las mujeres japonesas imita dos hojas de ginkgo enfrentadas. En Japón las hojas de ginkgo secas se utilizan como marca páginas porque los productos químicos que segrega evitan que se coman las hojas los insectos.
El ginkgo es utilizado milenariamente en medicina tradicional china. Está empezando a usarse en medicina occidental como tratamiento para enfermedades degenerativas del cerebro, como parkinson, alzheimer, etc.